En una entrevista con el Politólogo y el Político, el biólogo, master en sistemica y magister en Administración Pública, Alejandro Bukstein, analizó la alarmante situación ambiental que atraviesa la costa de Viedma y Carmen de Patagones. La charla, motivada por incidentes de bañistas heridos con vidrios y la creciente suciedad en las riberas, derivó en una profunda crítica hacia el modelo de gestión estatal y la formación académica actual.

Las altas temperaturas han volcado masivamente a los vecinos a la costa, pero el disfrute se ha visto empañado por accidentes. Se han informado múltiples casos de personas que debieron recibir puntos de sutura tras cortarse con vidrios en el agua. Bukstein señaló que esto es producto de una mezcla de falta de educación y la geografía de la zona.

«Patagones tiene una problemática muy particular con los residuos sólidos urbanos: al tener muchísima pendiente, cuando llueve arrastra todo… botellas enteras, bolsas de residuos completas. Los vidrios, las latas y los alambres son peligros potenciales para los bañistas», explicó el especialista.

Para el biólogo, la solución no radica en la vigilancia policial, sino en un cambio cultural: «No podés ponerle un agente del Estado a cada persona al lado. El tema educación y concientización es fundamental».

Uno de los puntos más controvertidos de la entrevista fue el análisis de la gestión de líquidos cloacales. Bukstein cuestionó la implementación de tecnologías importadas de Europa que, según su visión, no se adaptan a la realidad climática de la Patagonia.

El biólogo propone el reúso de líquidos cloacales para la agricultura no alimentaria (como la producción de leña o insumos industriales) en lugar de tratarlos y volcarlos al río o enterrar los barros. Según sus cálculos, el sistema actual es económicamente insostenible para el Estado.

«La planta de tratamiento de líquidos cloacales nos va a costar en total el valor de cuatro plantas: se gastó para construirla, se gasta para operarla, no se usan los nutrientes en la agricultura y en algún momento va a haber que remediarla», advirtió.

Bukstein también dirigió sus críticas hacia las instituciones educativas, asegurando que las universidades nacionales no están siendo fieles al concepto de «universalidad del conocimiento» al enseñar únicamente lo que el Estado ya ejecuta. Como ejemplo, mencionó que en carreras de construcción no se enseña el impacto ambiental del cemento (al que calificó como el «tercer país» más contaminante del mundo si se tomara como nación) ni se debaten alternativas legales para el uso de efluentes.

«Las leyes que usamos para regularnos las hacemos nosotros y se pueden modificar. Pero hay un conjunto de leyes que no las hacemos nosotros, que son las leyes naturales… y esas son las que realmente hay que tener en cuenta».

Hacia el final de la charla, el diálogo abordó el impacto de la pesca deportiva y la contaminación por plomo y nailon en zonas como Bahía San Blas, reforzando la idea de que cualquier actividad humana sin control termina degradando el ecosistema.

El mensaje final de Bukstein fue un llamado a la transparencia informativa y a la apertura del Estado: «El Estado tiene que ser más permeable a las inquietudes de la ciudadanía y más generoso; la información que tiene debería compartirla, no ocultarla».

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Por Lucas Roche

✒Lic. Analista y Asesor Político💡 Especialista en Marketing y 🗣Discurso Político📊Campañas Electorales #elpolitologoyelpolitico @lucasroche_politologo