La voz de una vecina se ha convertido en un desgarrador testimonio de desamparo e impotencia ante la falta de respuestas gubernamentales tras haber perdido su vivienda. En un audio enviado a nuestro medio, la mujer describe su situación como un calvario de puertas cerradas y promesas incumplidas.
«Todavía no hemos tenido ningún tipo de respuesta. Hemos quedado en la nada. En el olvido, digamos, ¿no? Hemos quedado en el olvido, así que bueno», comienza el relato, reflejando la frustración de una gestión que no avanza.
La situación habitacional actual de la vecina es precaria y añade urgencia a su reclamo. Actualmente se encuentra viviendo en una casa alquilada por su yerno, una vivienda que describe como «muy chiquita». Este forzoso exilio es particularmente doloroso para ella: «Yo construí mi casa y quiero volver a mi casa. Quiero recuperar mi casa.«
La denuncia no se limita al desinterés, sino que apunta directamente a una profunda sensación de injusticia, especialmente al referirse a aquellos que podrían estar aprovechándose de la situación. «Y no es justo que estos se laven las manos y lleguen recibiendo plata por terrenos que no son de ellos» sentenció. Con una profunda pena, subraya el esfuerzo invertido en su vivienda: «Uno lo paga, ¿no? Con todo sacrificio. Construye su casa con todo sacrificio también. Porque pegué ladrillos por ladrillos en esa casa.»
El principal blanco de su queja es la indiferencia de las autoridades locales y provinciales. La vecina afirma que sus intentos por obtener ayuda o ser escuchada han sido en vano, dejando al descubierto una crisis de representación política.
«La verdad que no… Se han olvidado, ¿viste? El intendente, brilla por su ausencia, el gobernador, pasa lo mismo. Jamás me atendió el gobernador« asegura la mujer, con la voz cargada de cansancio. Relata el proceso burocrático que debió atravesar para intentar una reunión con la máxima autoridad provincial: «Me hicieron llenar una planilla y nada… Que te mandan por aquó y por acá cuando vos solicitás una cita con el gobernador. La llené, pero nunca me llamaron, así que…»
Finalmente, el testimonio concluye con una amarga reflexión sobre la falta de apoyo institucional. «La verdad que me deja mucho que decir la justicia de acá. El gobernador, el intendente, todos, todos. Es decir, no. La verdad que… Impotencia» concluyó la mujer, cuyo caso se suma a las numerosas voces que claman por soluciones habitacionales y por el respeto a la propiedad obtenida con todo sacrificio.