La problemática de la vivienda y la precaria situación económica golpean de lleno a Noelia, una vecina de Patagones que dialogó en exclusiva con nuestro medio para exponer el drama que vive. Noelia, madre y emprendedora, lucha a diario contra los altos costos de su condición celíaca, la falta de un trabajo estable y la amenaza inminente de desalojo de la habitación que alquila, por la que paga la exorbitante suma de 40 mil pesos por día.
La situación de Noelia es doblemente compleja: tanto ella como sus dos hijas son celíacas, una condición que encarece diez veces su canasta básica alimentaria. «Todo lo que nosotros consumimos es diez veces más caro. Desde las harinas que usamos, todo», relató Noelia.
A pesar de tener un emprendimiento de panificación sin TACC (budines y otros productos), sus ingresos no le alcanzan para cubrir los gastos mensuales, especialmente el alquiler diario. El principal problema de Noelia es conseguir un alquiler mensual. La exigencia de requisitos inalcanzables para muchos, como recibo de sueldo, garante, depósito y comisión, la obligaron a recurrir al alquiler por día. «Cada vez que vas a intentar alquilar por mes, te piden miles de requisitos. Que recibo de sueldo, que garante con recibo de sueldo, depósito, comisión», lamentó.
Esta modalidad, aunque inmediata, es insostenible: $40.000 diarios, lo que representa un gasto mensual cercano a 1.200.000 pesos si logra sostenerlo. «Sí, hasta ahora lo he venido sosteniendo, pero también hay una realidad de todos los argentinos. No hay dinero en calle y las personas lo que ganan lo tienen que recontra administrar. Entonces, a veces llego.»
La situación ha escalado a un punto crítico: Noelia debe 120 mil pesos de alquiler y se enfrenta a un riesgo de desalojo inminente.
Noelia, quien es argentina pero se mudó recientemente a Patagones desde Bariloche, ha buscado apoyo en el área de Desarrollo Social del Municipio. El organismo le ha brindado inicialmente «lo más importante, que es nuestra comida, y los módulos para celíacos, que es carísima.»
Sin embargo, el trámite para conseguir una ayuda económica (un subsidio para el alquiler) se ve entrampado en la burocracia.
«El trámite para hacer un subsidio tiene miles de requisitos que pasan por 500 firmas,» explicó Noelia. «Es burocrático: Estado burocrático, trámite burocrático, administrativo, que lleva todo su tiempo.»
La entrevistada hizo hincapié en el alto costo que implica ser celíaco para el Estado: «En un solo módulo para nosotros, que es, la comida que comemos los celíacos es 10 veces más cara, en cada módulo que te viene, de todo, tenés por lo menos 50, 60 mil pesos,» detalló, añadiendo que la mínima contaminación en los alimentos las puede dejar en el hospital.
Ante la dura realidad de la calle sin dinero y la inercia administrativa, Noelia apela a la colaboración, no a la caridad, y a la búsqueda de soluciones de fondo, como un empleo estable. «Lo que yo más apunto es un trabajo, ¿sí? ¿Por qué? Porque es la manera de ganarme mi dinero, y la dignidad también, porque es re feo, Lucas, mendigar.»
Mientras espera una respuesta del Estado, Noelia necesita con urgencia dos cosas: un trabajo estable y un alquiler que no exija tantos requisitos. Por el momento, solicita a la comunidad que la ayude comprando sus productos de panificación.
«A mí me cuesta hoy por hoy sostener el alquiler por día, porque son 40 mil pesos, entonces le pido a quien me esté escuchando que me colabore comprándome, tampoco le estoy pidiendo nada de arriba, sino que me colabore comprándome,» finalizó.
📞 Contacto para Colaborar:
- Emprendimiento (Budines y Panificación Celíaca): +44 9 2920 37-4625
- Se busca: Trabajo estable y alquiler sin requisitos excesivos.
