El Gobierno nacional anunció una serie de medidas que alcanzan a las personas privadas de la libertad, orientadas a limitar beneficios y reforzar las obligaciones dentro del sistema penitenciario.
Entre los cambios más relevantes, se confirmó que los internos ya no podrán acceder a teléfonos celulares durante su permanencia en prisión. Además, se estableció el programa “Ocio Cero”, que exige que las personas detenidas trabajen mientras cumplen su condena.
A esto se suma otra disposición: quienes se encuentren detenidos a disposición de la Justicia o con sentencia firme ya no podrán ser beneficiarios de planes sociales.
Desde el Ejecutivo sostuvieron que las medidas buscan poner fin a situaciones consideradas injustas:
“La cárcel no es un hotel ni un recreo para nadie. Quienes causaron daños en la sociedad pagan por sus acciones sin beneficios y sin excepciones”, afirmaron.
Según expresaron, estas decisiones se implementan para evitar privilegios en el ámbito penitenciario y fortalecer el cumplimiento efectivo de las condenas.