El consumo de cocaína en Viedma atraviesa un preocupante crecimiento que ya involucra a niños de apenas 10 y 12 años. Así lo confirmó el jefe del Servicio de Salud Mental del hospital Zatti, el psiquiatra Pablo Joelson, quien advirtió que la cantidad de personas que llegan al hospital por esta causa se triplicó desde comienzos de 2025.
“Desde la pandemia notamos un aumento importante, pero este año ha sido tremendo el ingreso de usuarios por consumo de cocaína. Eso es lo más grave que nos está pasando ahora”, señaló. Hasta 2024, las consultas eran principalmente por alcohol y marihuana, con algunos casos aislados de cocaína o éxtasis.
Hoy, el panorama es otro: las atenciones van desde niños de 10 años hasta adultos mayores de 70. “Vemos de todo, especialmente desde comienzos de este año. Nos alarma cómo se ha diseminado el uso por toda la ciudad”, explicó Joelson. Además, indicó que el consumo de marihuana es masivo entre menores, pero lo que más preocupa es que “ahora la cocaína también aparece en niños”.
El especialista sostuvo que la droga es cada vez más accesible debido al narcomenudeo y a la “cocina” local, donde se mezcla con bicarbonato u otros fármacos, potenciando sus efectos. Esto provoca cuadros graves de intoxicación, temblores, rigidez muscular y descompensaciones.
La situación ya no se limita a Viedma: el hospital recibe pacientes de Ramos Mexía, Sierra Grande y otras localidades pequeñas, lo que demuestra la expansión del problema.
Joelson asoció el aumento del consumo con la crisis social: “Todo lo que es adicción está relacionado con la violencia, el abuso y la inseguridad. Es fundamental frenar el ingreso de cocaína y reforzar la prevención y la educación”.
Actualmente, las adicciones representan más del 50% de las urgencias en Salud Mental, y el servicio trabaja al límite, sin aumento de personal. “Es el triple de trabajo por guardia”, advirtió.
Otro aspecto alarmante es la creciente igualdad de consumo entre hombres y mujeres. “Muchas chicas llegan en situaciones graves. En los varones suele estar ligado al robo; en las mujeres, muchas veces, a la venta del cuerpo como forma de pago”, señaló.
El daño que causa la cocaína es irreversible y afecta al cerebro, riñones e hígado. “Es muy triste lo que se ve en la guardia del hospital”, concluyó Joelson.
