El intendente de Allen rompió el silencio y difundió un mensaje dirigido a la comunidad, denunciando que manifestantes mantiene “de rehenes” a los trabajadores municipales y obstaculiza el normal funcionamiento de la comuna.
En su exposición, detalló que desde hace más de un mes y medio unas 15 o 20 personas ligadas a gremios como Soyem, ATE y UPCN llevan adelante protestas con quema de cubiertas, agresiones verbales y físicas, roturas en instalaciones y bloqueo de vehículos municipales, afectando servicios esenciales como la recolección de basura. “El 95% de los empleados municipales está trabajando con normalidad, pero este grupo nos impide brindar un servicio eficiente”, afirmó.
El jefe comunal explicó que el reclamo central es un aumento salarial adicional, pero remarcó que ya se otorgó un incremento salarial y en 2024 los aumentos llegaron al 200% cuando la inflación fue del 118%. Según dijo, hoy un empleado municipal recién ingresado cobra alrededor de 1,2 millones de pesos.» Ofrecimos el 1% mensual para los últimos cuatro meses del año y fue rechazado”, señaló.
En ese contexto denunció que los manifestantes rompieron una puerta de ingreso al municipio, rociaron pólvora y bengalas dentro del edificio y agredieron a personal municipal, incluida la jueza de Faltas. “Están invadiendo el derecho a trabajar de las demás personas, incluso el nuestro”, subrayó.
Mientras brindaba el mensaje, afuera del edificio se registraba una manifestación con bombos y hasta bombas de humo. “Esto está pasando justo al mediodía… seguimos sin respuesta de nadie. Lamentablemente estamos a la deriva en esta situación”, relataron desde el interior del municipio para graficar la tensión.
El intendente pidió el acompañamiento de los vecinos y reclamó la intervención de la Justicia, del gobernador y de las autoridades nacionales para resolver la crisis. “No voy a renunciar ni yo ni mi equipo. El pueblo nos eligió y vamos a cumplir con nuestro compromiso”, sostuvo, atribuyendo la protesta a “operetas políticas” contra su gestión.